lunes, 30 de mayo de 2011

…Ben aprieta los botones de John por primera vez?

La escotilla es uno de mis escenarios favoritos de Lost. Aquel bunker retro-futurista está muy bien conseguido y se me hace muy natural imaginarme una estructura así escondida en el subsuelo de la selva. (Ojala ciertos templos de cartón estuvieran tan bien integrados con la isla). Muchas veces me he dicho a mi mismo: “Cuando sea millonario convertiré el living de mi casa en la escotilla”. Lo quiero todo: las murallas rojas, la cocina equipada, la mesa de ping-pong, la biblioteca desactualizada y llena de libros de espionaje, la colección de oscuros discos setenteros, la armería llena de armas rusas, la bicicleta, los extraños cuadros, la lampara de lava, los dardos, el mural desesperado de Desmond, la amenaza electromagnética constante, el botón...


Entérate del resto y ve el video después del salto.



Además es un espacio psíquico muy especial. En un extra de los DVD de la segunda temporada los productores decían que la escotilla es el lugar donde los personajes sacan lo peor de sí, y no es una exageración: dentro del Cisne vemos al Jack más escéptico, al John Locke más ingenuo, al Hurley más desequilibrado, al Sayid más violento, a Michael asesinando por su hijo. Si bien Ben se caracterizaba por ser mentiroso y manipulador, es en la escotilla donde debe hacer ambas cosas de forma sistemática, diluyéndose en la identidad de Henry Gale.

Técnicamente, Ben no es el primero en jugar con John Locke, sino Henry Gale. Lo hace en el episodio Maternity Leave, con un tema muy sensible, el liderazgo: Anteriormente, en el mismo capítulo, John le comentó a Jack que Hemingway siempre sintió celos de Dostoevsky, que nunca llegaría a ser tan buen escritor como él. El doctor, puso su habitual cara de “¿Por qué este viejo idiota me da datos de trivia que no me interesan?” y siguió con su vida. Ben astutamente, aprovechó esta interacción y generó un par de preguntas demoledoras. ¿Por qué John debe conformarse con ser un Hemingway, a la sombra de un genial Dostoevsky? ¿Por qué tiene que ser Jack el que toma las decisiones? John responde como puede y abandona la armería.

En ese punto, las relaciones entre Jack y John eran como las de un viejo matrimonio deteriorado, por lo que la pregunta basta para enervar a John y hacerlo tirar lejos los platos que tiene a mano. Por mientras, en su celda, Ben no gesticula nada, como si mantuviera su actuación incluso para él mismo…


Con el tiempo, el manipular a John Locke se transformaría en un verdadero arte para Ben.