Si hay algo que hace de Lost una serie para seguir hablando, analizando y recordando son los detalles. Sin estos, los personajes no son más que entes a los que algo les ocurre. Lost acierta, en la claustrofobia (Cabin Fever) adyacente al final de la Cuarta Temporada al regalarnos 40 segundos, que son un respiro, una afirmación y una joyita. Dos hombres comen un chocolate mientras esperan. Dos interpretaciones posibles:
El resto y el video después del salto…
1.- Hurley está demostrando una vez más su grandeza (de espíritu, se entiende). Puede que Ben sea un ser repugnante, pero… ¿negarle el alimento a alguien? ¿En una isla desierta? No señor, Hugo Reyes es mejor que eso, y no dudará un segundo en darle parte de su chocolate. Es bello ver como a Hurley no le duele ni un poco compartir.
2.- Ben está demostrando una vez más su bajeza. No ha hecho ningún merito con Hurley ni su gente. Pero nada le impide recurrir a la táctica para conseguir comida más vieja y vil del mundo: Poner cara de perro hambriento y decir telepáticamente “Mmm que rico, dame”. Hurley, el más ingenuo de los sobrevivientes, cae inocentemente en la trampa. Es bello ver a Linus engañar.
