Hay una escena muy bonita, del capítulo Confidence Man, donde Charlie logra por una vez ser encantador y chistoso, y no creepy como normalmente: Para convencer a Claire de que se mude a las cuevas con él, le consigue todo un frasco de mantequilla de maní: suave, cremosa, alimento de los niños alrededor del mundo.
It's the best bloody peanut butter I've ever tasted.
El único problema es que es imaginaria, pero a Claire no parece importarle. La chica se ríe del chiste, sigue el juego, y se muda con él… ¡Aaaaaah ese Charlie es un galanazo cuando se concentra! Una bella muestra de coqueteo indie entre veinteañeros, muy diferente a las movidas de treintones como Sawyer o Jack, o las psicóticas tácticas de Ben. El apareamiento humano es fascinante realmente.
El resto y el video después del salto...